20.12.06

Papá: ¿Qué es la Navidad?




Mi hijo me contó ayer que en su cole han puesto un montón de cosas de colores y luces, y estrellas y angelitos; que tiene un árbol con bombillas y cajas de regalos debajo. Y muchos papa noel con gorro rojo y barriga, por todas partes. Y una cosa con muñecos que lo llaman belén como a una amiga suya. Que cantan villancicos y que tienen que estar muy felices porque se acerca la navidad. El crío lo que único que le hace feliz es pedir regalos a los Reyes Magos.

Y me preguntó: ¿papá, qué es eso de la navidad?

Y tuve que contestarle, claro. Está en la época del Por Qué y no puedes dejar una pregunta sin respuesta.

Tuve que remontarme a los tiempos prehistóricos, cuando el Hombre dominó el fuego, y se convirtió en el animal más poderoso de la naturaleza. Millones de años arriba o abajo, aquellos antiguos homínidos fueron capaces de obtener conocimiento de si mismos, de la vida y de la muerte, del mundo que les rodeaba, de los animales, de las plantas, del sol, la luna y las estrellas.

Y le conté a mi hijo que aquellos hombres prehistóricos no eran capaces de comprender gran parte de lo que les rodeaba, y por ello, inventaron la existencia de espíritus o deidades que daban explicación a los hechos naturales. El trueno y la tormenta, las heladas y las sequías, el amanecer y el anochecer, engendrar hijos o morir, el vuelo de las aves, las propiedades milagrosas de determinados vegetales, los ciclos de la luna, las estrellas fijas en el firmamento. Todo encontraba su explicación en que los espíritus de los antepasados o los dioses así lo habían determinado.

Entre todos aquellos hechos inexplicables, con los años, se dieron cuenta de que se producían determinadas circunstancias de forma periódica, y de modo inmutable. Observaron la duración de los días y las noches, y percibieron que los días se acortan durante la estación calurosa y las noches eran cada vez más largas según nos acercamos al frío invierno. Pero siempre llegaba un día concreto en que terminaba ese ciclo y, con lentitud, pero de forma imparable, los días volvían a ser cada vez más largos.

Y le expliqué a mi hijo que ese día, año tras año, decidieron celebrar una fiesta, porque estaban felices de que los dioses buenos habían vuelto a derrotar, como todos los años, a los dioses malvados de la noche y las tinieblas. Y esa celebración se trasmitió de padres a hijos durante miles de años.

Mientras, la humanidad siguió prosperando, y lo que empezó con el fuego siguió con la rueda, la domesticación de animales, el cultivo de vegetales, la construcción de poblados, ... las guerras, la esclavitud..., en fin, el devenir del Hombre hasta nuestros días.

Y en aquel principio de la historia, aquellos espíritus y dioses que los hombres crearon para explicar lo que no comprendían, evolucionaron como ideas que eran, y se convirtieron en Religiones. Algunas con muchos dioses y otras uniendo todos ellos en uno sólo, por comodidad, supongo.

Las personas poderosas, caudillos, guerreros, hechiceros, se dieron cuenta de que aquellos sentimientos de religiosidad que mantenían las personas por la tradición podían ser utilizados en su provecho. Y por ello hicieron más fuertes aquellos sentimientos, se escribieron legajos, se inventaron historias, fantasías, cuentos, para aturdir a la gente, para mantenerla mansa y temerosa de sus dioses.

Y por supuesto, las gentes adoraban a los nuevos dioses como si fueran verdaderos, porque así se lo habían hecho creer durante toda su vida. Y celebraban las festividades como siempre, como la que contábamos antes, de la batalla entre la luz y las tinieblas.

Le conté a mi hijo que las religiones siguieron su camino imparable, y apareció una nueva religión que dio origen a lo que hoy se conoce como cristianismo. En sus inicios, fue una rama más dentro de la religión judía. En aquella época, hace sólo 2000 años, al parecer existió un hombre que llamaron Jesús, y que se dedicaba a predicar el bien y el amor entre los hombres. Consiguió muchos seguidores, tanto, que un par de siglos después, los emperadores romanos habían adoptado esa nueva religión. Y por tanto, todos los ciudadanos del imperio.

Los poderosos volvieron a aprovechar estas nuevas circunstancias a su favor, por supuesto, y se inventaron o adaptaron a sus necesidades, la Iglesia, los santos, el cielo y el infierno, el castigo después de la muerte, y tantas y tantas cosas. Entre todo lo que adoptaron que ya existía antes, tomaron la vieja tradición de la celebración de la victoria de la luz. Y se inventaron que en las fechas cercanas al solsticio de invierno, es cuando se produjo el nacimiento de Jesús. Y a eso lo llamaron Navidad.

Y así ha ido evolucionando durante cientos de años, hasta llegar a nuestros días, esa celebración milenaria, falsa, como todos los acontecimientos religiosos, como la religión misma, fundada en la mentira, el engaño, la superstición y la ignorancia, que espero, deseo, que con educación y cultura podamos algún día eliminar de nuestras vidas.

Y eso es lo que le expliqué a mi hijo, espero que lo haya entendido.


11 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buena disertación. Básicamente estamos de acuerdo. Este tipo de conocimineto solo lo debemos tener los machos alfa de la especie jeje.

Solo un inconveniente respecto al inquisidor niño. Una de dos, o le has matado la inquietud por saber más cosas (lo cual está bien, dejará de darte la paliza haciendo preguntas) o bien le has metido un trauma de tres pares de cojones.

En un posible caso, el niño se convertirá en un repipi pedante que será acosado y maltratado por el resto de los niños por ser un niño raro que extravagancias.

En el peor caso se convertirá en un apostata y será quemado en la hoguera en una futura contrarevolución inquisidora de cualquier índole.

En cualquier caso el niño desarrollará una existencia de sinsabores, falta de ideales y soledad. Pero eso si, desarrollará una gran inquietud intelectual (o sea que pasará hambre)

Otro dia le explicas que es mejor no destacar demasiado en este mundo de envidiosos y trepas.

Mal padre!! (sin acritud)

Otro dia te hablaré sobre la trascendencia del ser humano como necesidad neurovegetativa.

Felices Navi.... ehh..Fiestas...

T. dijo...

Pues eso, felices fiestas para todos. Comed con moderación y bebed con prudencia, pues necesitamos las neuronas para luchar contra la ignorancia de los crédulos.

Vicemi, espero que a mi nano le quede alguna otra salida aparte de las que has mencionado. De otra forma, oscuro futuro el suyo. Con que tenga cierto interés por conocer el mundo y no cierre su mente en torno a las doctrinas establecidas, me conformaría.

Anónimo dijo...

muy bien muy bien!!!!!! tienes que ir educando al niño desde bien pequeño para que no vaya creyendo en gilipolleces jajajajja

Anónimo dijo...

Em sembla que arribeu una mica tard. Tothom ja sap que és el nadal, llevat dels infants, és clar.
El problema és que ningú no sap que fer per substituir-lo, si s'haguès de fer.
A més a més, n'hi ha d'altres mentides, molt més fortes que les religioses. I aquestes sí que són tabú (el consum del temps, l'èxit a la vida, la necessitat de sentir-se superior...ja m'agradaria parlar-ne més extensament)

La religió, a hores d'ara, només és una petita parodia del que algun dia havia sigut.
És per tot això, que jo he passat del meu ateisme activista, a la meva fe "científica", que consisteix només a reconèxer la religió com un residu cultural, el qual representa tot allò desconegut amb el mot de déu. (Només cal canviar "deu" per "desconegut"i tot quadra).

Pel que fa a les celebracions, són el que són. No hi ha molta diferència entre esperar a les 12 campanades i empassar-se 12 uves, i, per exemple, anar a misa i fer la comunió.

Bé, ja podriem fer un foro sobre aquests temes.

Joan

Anónimo dijo...

No vas desencaminado , tu exposición es bastante acertada Joan. Aunque en el último párrafo no estoy del todo de acuerdo, la diferencia entre festejar 12 campanadas y comulgar, por ejemplo no es exáctamente lo mismo para quien lo siente de verdad. A no ser que se cambie la religión del respeto a un dios y se pase a la religión del hedonismo y "vive la vida" pasando de los demás, en la que nos estamos viendo sumergidos.

Yo de niño me creía que me estaba comiendo el cuerpo de cristo, por tanto solo lo hice 2 o 3 veces en mi vida(no soy antropófago...)

Supongo que solo somos una especie de ateos católicos, porque nuestro esquema de valores se basa en esa visión del mundo lo queramos o no.

Al final cuando se lucha contra una religión solo se acaba cambiando una religión por otra más conveniente a los intereses de los dirigentes, como ya ocurrió en algunos regimenes políticos bien conocidos.

Está demostrado que el ser humano tiene una tendencia irracional a la creencia en determinadas entidades, porque es algo que le hace intimamente más feliz y trascendente. Y es más, está demostrado que los creyentes viven más y mejor aunque solo sea por efecto "placebo". Los creyentes sanan mejor de sus enfermedades y se sienten más dichosos. Que suerte tienen.

Así que si intentas eliminar una religión, tranquilo saldrá otra es inherente a la humanidad, está en los genes.

Anónimo dijo...

Em sembla que coincidim en quasibé tot, no obstant, el contraexemple que proposes no és prou fort. Pensa que un xiquet es creu tot el que li expliquis. (quina felicitat aquella en la qual tot era nou, et mentien però al final descobries la veritat, tant de bò puguera tornar a descorbrir tantes coses noves a la meva edat...)
Per una altra banda, continuo dient que són festes equivalents. L'"hedonista" no ho és tant. Té por en el futur i està disposat a fer un sacrifici i arriscar-se a ofergar-se menjant raïm. Té por a perdre la vida i per això també, farà tot el que pugui per fer que es diverteix. (sortosament es podrà divertirà, però això li pot passar en qualsevol moment, i no perque sigui cap d'any). Per cert, el Papa de Roma també celebra el cap d'any i l'any nou (també deu ser hedonista).
Mirem ara l'equivalència en l'altre sentit (deformació professional). A la comunió, també es pretén purificar l'ànima. Així quan acabi, ja pot començar de nou amb la "nova vida" (año nuevo vida nueva).
Que consti que jo no estic en contra de cap de les dues. Ara bé, si m'oposaré en que aquesta visió, de la nostra cultura occidental, sigui totalitària i no deixi pas a noves formes culturals, cosa que em sembla difícil.

joan

T. dijo...

Bonito debate, siento no poder profundizar más en el tema porque mi capacidad intelectual se queda muy atrás. Además, voy un poco apretado en mi jornada laboral. Grrrrrr.

En todo caso, yo me comí las uvas, como manda la tradición de mi casa, pero sin salir junto a la marabunta de gente que llenaba las calles y los garitos.

Saludos para Vicemi y Joan, feliz año a los dos, y mandaros un saludo mutuo, que, aunque igual no lo sabeís, os conoceís mutuamente.

T. dijo...

De todos modos, me temo que hay poco debate, porque en el fondo, estamos los tres de acuerdo.

Anónimo dijo...

Nos conocemos? leñe esto solo pasa en Navidad.

Por ejemplo llevo dias melancólico y aburrido y de repente en un dia me llaman o SMS-ean tres viejas amigas con su correspondiente cita.....que bonita la Navidad.........lo impensable se revela posible....

Anónimo dijo...

Bon any!
i que no se'ns acabin les ganes de fer coses!!!
Joan

Anónimo dijo...

Igualmente chaval!